La personalidad humana es una herramienta
que la vida universal ha hecho para sí misma. Cuando comprendemos esta verdad y
actuamos de acuerdo a ella experimentamos como consecuencia la satisfacción de
todo requisito personal para una vida completa y feliz. De ahí que el verdadero
misticismo, el verdadero ocultismo, la verdadera religión y la verdadera
ciencia tienen todos uno y el mismo propósito. Pretenden realizar al mas alto
destino del hombre y este destino es el completo control de toda condición de medio
ambiente.